Es el momento de viajar.🌳🌸

Fotografía tomada por Cecilia Sarmiento (como todas las fotos que subiré de este viaje)

Cada tanto tiempo sientes el llamado de la aventura... Es el momento de viajar.🌳🌸

https://drive.google.com/open?id=1BnQirunQrDvFc4t2YwDsrm238QkK1v69&usp=sharing

Mapa de nuestra ruta

La primera aventura en la que me embarque fue en el año 2015 junto con una amiga muy querida a quien suelo llamar Ceci "amiga de la tierra". Con ella compartimos un amor infinito por la naturaleza, nuestra querida Pachamama. Nos conocimos un día, sólo bastó con mirarnos y nos reconocimos como amigas, pero eso es algo que ya les contaré después. 

...Era la primera vez que viajaba así, sin mucho dinero, sin destino fijo, con la evidente intención de hacer dedo en la carretera y ver que era lo que pasaba.

Para darnos ánimos y como las inexpertas que éramos decidimos coger un bus que nos llevara hasta la ciudad de Temuco. Sería desde ahí donde comenzaríamos con la verdadera aventura. Mi intención era viajar lo más al sur posible, mientras que Ceci ya tenía un plan que quería llevar a cabo. Su intención era llevarnos hasta el Parque Nacional Conguillio.

Tomamos un bus desde Rancagua ( donde viví la mayor parte de mi vida) hacia Temuco. Nos aseguramos de viajar durante la noche, así dormir en el camino y a primera hora despertar en la ciudad. 

Mi mamá fue a dejarnos al terminal a pesar de sus propios miedos y algo en contra su voluntad ( no quería que viajaramos solas en realidad). Pero así y todo, respetó mis deseos sabiendo que es mi vida y mis experiencias en ella.

Al llegar en la mañana a Temuco lo primero que hicimos fue averiguar como ir hasta Conguillio, nos dijeron que por la hora tendriamos que esperar hasta tomar el bus que nos llevaría hasta allá asi que decidimos ir a una feria y abastecernos de algunas frutas, principalmente manzanas. Yo me ví tentada a comprar moras, una botella de 2 litros a luca me pareció toda una ganga, pero Ceci me dijo algo que no tardé mucho en comprobar. "Caro, vamos a encontrar moras silvestres durante todo el camino. Acá hay por la carretera y son gratis" y así fue. 

Así detallé los sucesos en mi diario:

1. Bus a Temuco
2. Llegar al terminal rural (al lado del mercado)
3. En el terminal rural tomar bus hasta Parque Nacional Conguillio.(El bus entra al parque)

 

Y así fue como lo hicimos. Hasta ese momento aún no nos animábamos a hacer dedo en la carretera ( al menos yo). Pero ya sería algo que haríamos mas tarde, en otro momento, después de todo el viaje a penas comenzaba.

Como era temporada alta mucha gente visitaba Conguillio en esos días.  Fue ahí que nos enteramos que para acampar en el lugar deberíamos haber hecho una reservación anticipada. Como no lo hicimos, el bus en el que íbamos (que además entraba al parque) nos llevó al primer sector, que estaba en las cercanías de la entrada del parque. La gente que sí había hecho la reserva se internaría en los camping que estaban en el centro del parque, ubicado en las cercanías de los senderos.

A pesar de que las cosas se dieron de ese modo, el lugar donde instalamos nuestra tienda de acampar era hermoso, muy verde y repleto de arboles. Había más gente en el lugar, todos muy agradables y simpáticos, como la mayoría de la gente que he conocido cada vez que he salido a acampar.

Si no hacen su reserva pasarán por esta roca

Ese día creo que tuvimos tiempo de recorrer la cercanía del lugar, visitar a la Araucaria Madre y calcular el tiempo que tardábamos en regresar al campamento a pie ( creo que era al menos una hora). La noche nos alcanzó en pleno camino. Yo inexperta y asustadiza en esos tiempos, tenía una mente que hacia bulla y sólo pensaba en las cosas que podían ocurrirnos como no encontrar el camino, morir por frío durante la noche, ser asechadas por un animal salvaje, que alguien quisiera robar las cosas de nuestra tienda de acampar... Cosas por el estilo. Por su puesto ni una de esas cosas ocurrió, excepto por el hecho de que la noche sí nos alcanzó. Junto a eso un infinito cielo estrellado que hace años no lograba contemplar, a causa del brillo de las luces de la ciudad.

Para ser nuestro primer día de viaje, el primer día de muchos que vendrían, no estuvimos nada mal.