Chiloé - Fin Del Viaje


Día 8

Nos despedimos de todos muy temprano y mi tío abuelo nos llevó hasta donde nos esperaba un amigo camionero que justo tenía programado un viaje para ese día hacia Chiloé.

Para llegar hasta la isla deben primero tomar el transbordador (dejo adjunto el listado de precios). Como nosotras íbamos en el camión no debimos pagar el transbordo.


 

PARGUA - CHACAO

             

Mientras contemplábamos el mar desde arriba, nos contaron que algunas veces se dejan ver las toninas. Dicen los chilotes que  cuando las toninas (delfines) aparecen y escoltan a los barcos es signo de buena fortuna y de seguro será un viaje tranquilo. Hasta el momento aún no he sido tan afortunada como para verlas acompañándonos, a pesar de que he viajado si no mal recuerdo unas cuatro veces a Chiloé.

El amigo de mi tío nos dejó en las cercanías de Castro, cuando el camino se divide para ir hacia Quentin o Castro. Caminamos unos minutos antes de ser recogidas en el camino por un pequeño camión donde viajaban dos personas. Castro es uno de los lugares principales de la isla y ya que era la primera vez de Ceci en la isla, fue nuestro primer destino en Chiloé.

Ahí vimos la polémica construcción del mall de Chiloé. Cuando más tarde durante la noche estábamos en un pub, nos sentamos con unos chicos franceses (se decían a sí mismos como la comunidad francesa de Chiloé). Por supuesto estaban en contra de la construcción de ese mall estética, económica y culturalmente hablando.

Con respecto a ese tema, la gente de la isla estaba dividida. Había un grupo de gente a favor. Lo que más nos decían era que se les había prometido que con la llegada del mall bajaría el precio de las cosas. Especialmente de la ropa. Aquellos que saben que un mall no ayuda a bajar los precios de las cosas si no que por el contrario destruye la economía local y luego de eso crea un monopolio que hace que los precios suban, estaban en contra.

Mi opinión al respecto es: ¡jamás he visto un mall con precios bajos!. Me abruma ver como juegan con la ignorancia de las personas y más me abruma que la gente no se informe. 

Castro es un lugar sumamente turístico, por lo que es fácil encontrar hospedaje o dónde acampar. También encontrarán gente simpática para conversar y quién sabe si tal vez encuentren algo más.

Chiloé es un lugar hermoso pero además tiene algo de misticismo. ¿Y como no?, si es que basta con echar una mirada en sus iglesias para descubrir la encantadora mitología chilota plasmada en los muros de madera.

Uno de los personajes típicos de la isla es el Trauco, un hombre feo y pequeño que hechiza a las mujeres y las deja embarazadas, el Caleuche y la Pincoya son sólo algunos de los personajes más conocidos de la isla.

Un amigo de la isla. Guido, nos habló un poco de los brujos de Chiloé. Nos dijo, bien serio cuando le preguntamos si es que había visto alguno. “Claro que sí, acá se ve mucho de eso. Yo vi a uno salir volando”.

Después de esa respuesta, nosotras decidimos no burlarnos más del asunto y escuchar con mucha atención cada historia que nos contaban. ¿Quién sabe?, podríamos incluso estar hablando con alguno de esos brujos y no saberlo.

Día 9

Nos recomendaron ir a Dalcahue para comer, dijeron que la comida allá era muy sabrosa pero mi opinión al respecto fue un poco diferente. El salmón tenía un aspecto dudoso y creo que no me equivoqué en aquel juicio apresurado porque horas más tarde cuando llegábamos a Cucao me dolía tanto el estómago que no me podía mover. (Es la primera vez que me pasa eso. Así que por favor denle una oportunidad a ese lugar, pero sepan que si van deben ir dispuestos a gastar dinero. No es caro, pero ya saben... para un mochilero sí sale un poco del presupuesto).

El sur de Chile definitivamente no es un sitio para vegetarianos, la carne abunda, aunque si  sólo no comen carnes como aves y carnes rojas, entonces estarán en la gloria misma ya que el sur de Chile cuenta con una rica gastronomía en productos del mar.

Tomamos una micro que nos dejó en las afueras de un camping llamado el Manzano. Era un lugar muy lindo y cómodo ($2.500 p/p), había mucha gente, agua potable, negocios cercanos y baños con agua caliente a ciertos horarios. Para asegurar su estadía deben hacer una reserva porque hay mucha gente que sabe de ese lugar ya que tiene muy buena fama, aunque también ha habido incidentes  ya que durante la noche es sede de reunión, fiesta, música y alcohol. No diría que su enfoque es familiar ( Aunque habían familias), más diría que se enfoca en gente joven y soltera, además se ubica en las cercanías del parque nacional de Chiloé.

Para llegar allá deben tomar una micro. Si quieren llegar a pie también es posible, pero allá no hay tantos vehículos así que a armarse de paciencia si es que no se encuentran con ni uno, de cualquier forma es un lindo lugar para caminar, con una hermosa vista.
Instalamos nuestra carpa y pude descansar mientras esperaba que se me pasara el dolor de estómago.
Más tarde comencé a sentirme mejor y el ánimo de explorar regresó a mí.

 

Decidimos caminar hacia la playa con la intención de meternos al agua. ¡Estábamos en el sur y ni un solo día habíamos ido a la playa!. Ahora sí, sería nuestro momento. Llegamos hasta el lugar y... bueno… estaba heladísimo, Nuevamente perdimos el valor inicial y a pesar de que nos quedamos horas contemplando el mar, apenas nos mojamos los pies. 

 

 



 
Nos perdimos camino al camping cuando regresábamos. Pero no fue tiempo perdido, si no por el contrario, de pronto nos encontramos justo frente a la entrada del parque nacional de Chiloé. Teníamos suficiente tiempo y suficiente energía como para continuar caminando así que sólo debíamos entrar.

Este es uno de los parques más lindos que he conocido aunque sólo vimos una pequeña parte de este gigantesco lugar, realizamos un sendero corto, hecho de madera, un sitio creado con amor. Creado especialmente para proteger el suelo de la erosión por el flujo de gente que visita el lugar.
 
Hay gran cantidad de especies de árboles y muchos pequeñitos habitantes, entre los cuales destaco la presencia de las aves. Los hitos que se encuentran a lo largo del recorrido son muy interesantes así que recomiendo leerlos.

Era una selva hermosa, tomé varias fotos ahí. Me llamó especialmente la atención un pajarito que se veía mucho por el lugar. Había una leyenda que decía, que cuando aquella ave canta puede traer fortuna o desgracia, dependiendo del lado del camino en el que cante. El lado derecho significaba fortuna y el izquierdo, desgracia, la muerte incluso.

El pajarito se cruzó frente a mí, como si mi presencia no lo intimidara en lo absoluto. Me miró y luego siguió su camino hasta que se perdió bajo las raíces de un árbol.

 

Ya cuando regresamos la noche comenzaba a caer… era el último día de viaje, no teníamos más dinero y nuestra intención era partir muy temprano en la mañana, antes incluso de que el sol saliera, así tendríamos más horas de luz y tal vez, sólo tal vez alcanzáramos a llegar a Rancagua ese mismo día.

Día 10. El Regreso.

Despertamos muy temprano en la mañana a las 6 de la mañana y aún estaba oscuro. Había bajado una densa neblina y no se veía nada a más de un metro de distancia. Tenía unas ganas enormes de ir al baño, pero me asuste con solo mirar hacia afuera.
 
Mi pensamiento del momento fue ¡En un lugar así si se me puede aparecer el Trauco!. Tenía tanto miedo que fui incapaz de salir. A pesar de que Ceci me insistió yo me quede paralizada ni a patadas me hubiese sacado de la carpa. Imaginen una noche oscura, sin luna, un paisaje natural y la neblina obstaculizando tu visión. Bueno, yo me sentí dentro de una película de terror y en esa película el Trauco era mi protagonista y no le daría la oportunidad de atraparme. Pasó una hora a penas y la mañana alcanzó el camping. Los rayos de luz comenzaron a abrirse paso entre la niebla y Ceci me obligó a salir con el desayuno hecho.

Luego de eso, desarmar la carpa y ordenar fue más rápido, aunque hacia frío y la carpa estaba húmeda. La neblina aún no se marchaba pero lentamente fue abriéndose hasta que pronto pudimos ver el hermoso y ancho mar brillando, mientras reflejaba la luz del sol.
 
Era tan hermoso que es difícil de describirlo, pero casi parecía que habían hadas sobre el agua, brillaban intensamente, saludando al nuevo día que acababa de llegar.

En el camino tomamos el bus que nos llevaba de regreso a Castro, luego hicimos dedo y nos recogió un muchacho que estaba teniendo un serio problema marital con su pareja. Dijo que él creía en el amor libre, pero que sólo él podía tenerlo y no le parecía bien de parte de su pareja. Ceci y yo no logramos cerrar nuestras bocas y decirle a fin de cuentas que era un egoísta y sinvergüenza. Creo que si no hubiese sido por eso, tal vez nos hubiese llevado más lejos, pero nos dejó en un sitio y el continuó el camino.
 
Nos dimos cuenta que había en las cercanías un gran incendio. Se sentía el olor a humo y un denso calor en el ambiente. Nos recogió un camionero y él nos dijo que producto de la sequía habían comenzado unos incendios en diferentes puntos de la isla y que para esas alturas se habían vuelto difíciles de controlar.      

Cuando nos alejábamos del Manzano y el sol salia.


Cruzamos hacia Puerto Montt y el panorama no era diferente. ¡Los incendios abrazaban el sur de mi país! El camionero debió desviarse porque los incendios eran tan grandes que nublaban la visión en la carretera ( hasta un accidente hubo producto del humo), caían cenizas y el humo nos intoxicaba.

“Chicas, las dejaré en un lugar donde esté un poco más despejado, me desviaré un poco del camino. No se acerquen al humo podrían intoxicarse.” Nos dijo el camionero mostrando preocupación por lo que nos deparaba el destino.

Nos dejó en un lugar donde el humo no era tan denso, pero las cenizas aún caían. Caminamos hacia donde nos dijo y pronto fue más fácil continuar sin sentirnos ahogadas.

Nos recogió en el camino otro camionero algo más joven que los que hasta ahora nos habían llevado. No recuerdo su nombre. Pero era… por decirlo… como lo explico… ¡estaba loco!.

Nos preguntó hacia dónde íbamos y le dijimos que a Rancagua.

“Ha bueno entonces nos vamos a Rancagua”.

Con Ceci quedamos con expresiones interrogativas en el rostro. ¿Nos está hablando en serio?.

Cuando yo lo vi, pensé. "Esta persona se me hace cara conocida". Pero no presté atención. Estaba muy loco y recordaría a alguien así.

Con Ceci nos mirábamos todo el rato, no sabíamos si seguir viajando con él o bajarnos. Porque a ratos era divertido y agradable y por momentos salía con comentarios e historias extrañas como:

“Yo tenía un amigo que una vez nos agarramos a combos, él ganó esa vez, pero yo después me vengué de él… le incendié la casa.”

¡¡¡Así, Tan literal como les estoy contando!!!.

“Mi mujer es súper celosa, no se por qué se enoja tanto. Un día me aburrí y la golpee porque se lo merecía. Me metieron preso eso sí, pero no importa igual me tuvo que ir a sacar de la cárcel.”

Y luego reía macabramente.

Nunca supe si sólo intentaba bromear o nos contaba historias reales.

Mientras iba contándonos sus historias dijo “…si... yo soy así, la gente dice que soy bipolar, pero en realidad yo soy bueno. De hecho soy famoso”.

Ceci comenzó a reír pero yo lo quede mirando con expresión interrogante.

“¿Han visto en Youtube el video de un camión que adelanta un Tur bus?...”.

¡Yo sí había visto ese video!, ¡¡CON RAZÓN!! Era él. Así mismito, tan loco como se ve en el video es en la vida real. ( Y peor...)

Aquí para que vean el video → https://www.youtube.com/watch?v=_lUzBfEfMzw

Luego de saber quién era nos relajamos un poco. Solo un poco.

Con Ceci íbamos comiendo granola, fue nuestro desayuno, nuestro almuerzo y nuestra once mientras viajábamos. Él nos veía comerlo pero cuando le ofrecíamos nos decía que no comía comida de vaca. Después de horas insistiendo que lo probara al menos, finalmente aceptó nuestra comida y luego ya no soltó más la caja.

Durante el camino vimos muchos incendios. Demasiados. Todo el sur de mi país estaba en llamas. Los incendios se vieron hasta que llegamos a la séptima región más o menos. Desde la región de Los Lagos hasta la región del Maule vimos incendios. Lo extraño es que no vimos noticias al respecto, sólo los de Chiloé y Puerto Montt ( más que nada por el accidente donde hubo choques múltiples).

Cuando la noche cayó y cuando ya nadie hablaba, nuestro excéntrico amigo sintonizó el festival de Viña, por un lado lo que agradecí mucho ya que concentrado en ver el festival hacía que se olvidara de nosotras pero por otro lado me ponía histérica que soltara el manubrio para preocuparse mas de mirar la pantalla. Al menos dejó de contarnos historias que no sabíamos si eran para asustarnos o qué.

La última historia que nos contó fue sobre unas chicas que una vez recogió en el camino. Las pobres estaban asustadas, decían que ambas habían pasado una de esas experiencias negativas que ni un  mochilero quisiera vivir.
Resulta que habían parada en el camino a un colega camionero. Pero resultó que no era un camión si no que eran dos amigos y dos camiones. Convencieron a las chicas que debían irse una con cada camionero, algo que por supuesto yo no hubiese hecho. ¡Ni pensarlo de Ceci nadie me separaba!.
Los hombres comenzaron a comunicarse por radio, hablando en claves, decían que tendrían "pollitos para la cena". Una de las chicas se dio cuenta que algo extraño estaba ocurriendo y le mandó a la otra un mensaje de texto.
Más tarde cuando ya llegaba la noche los hombres se detuvieron fuera de un motel con el pretexto de que era tarde y que debían descansar. En un momento los hombres se bajaron, momento que las chicas aprovecharon para escapar y ahí fue cuando nuestro amigo camionero las encontró.

Terminó la historia y Ceci y yo nos miramos de nuevo. Ya estábamos traumadas.

A pesar de todo lo que he dicho y de lo nerviosa que estuvimos. Él nunca hizo nada malo, por lo que me da para pensar que en realidad su humor es algo poco comprendido, de hecho fue muy amable con nosotras y cumpliendo con su palabra nos llevó hasta Rancagua. Entró a la ciudad misma para asegurarse de que nada nos pasara y nos dejó fuera del terminal O'higgins. En esos momentos el festival de Viña comenzaba a terminar por lo que calculo que debían ser como las 2 A.M.
Ya han pasado 3 años desde que esto ocurrió… Fue un viaje increíble aunque no duró tanto tiempo como me hubiese gustado. Pero fue la inspiración para muchos viajes que comenzaron después.

Este fue el final, el final de este viaje y el inicio de algo más. No olvidé ni quise olvidar las cosas que ahí viví, y todo quedó plasmado en mi diario de viajes.
Este es mi diario de viajes

No hubo momentos buenos, ni momentos malos, en la vida sólo existen momentos y cada uno diferente, la connotación ya sea positiva o negativa se la damos nosotros.  Si bien cada momento deja finalmente su aprendizaje, lo que más me marcó fue mi experiencia con las mariposas.

Sigue a las mariposas, “Sigue a tu corazón y encontraras el camino”.

Eso es lo que yo aprendí de las mariposas… 

CAROLINA


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