Lo mas hermoso de viajar, es aprender del viaje, de lugares, de personas...
El camionero se llamaba Pedro. Con una personalidad tosca y algo dura. Lo primero que nos dijo fue “Deben conversar o si no se bajan, porque si no me aburro y me da sueño. ¿De qué sirve llevar gente si no te hablan?” Mi amiga Cecilia se sentó a su lado (Por supuesto). Ella tiene esa personalidad risueña y cordial que a mí me falta. Yo disfruto mucho de observar y el silencio y soy reacia a conversar en ciertos momentos, ella puede hacerlo con una facilidad que me parece casi envidiable. Casi digo, porque en realidad disfruto del quedarnos callados y contemplar. Muy repentinamente Pedro se detuvo en medio de la carretera. Yo desconfié de inmediato de eso. (Era mi primer mochileo desconfiaba de todo, cuando uno se va a mochilear las personas siempre tienden a aconsejarte en base a sus miedos y buscan las historias más escalofriantes para asegurarse de que seas precavida). No describiré el sin fin de ideas que se me vinieron a la mente cuando se detuvo tan de pronto...